Que cada vez que lloras, escribes lo que sientes, o te desahogas con alguien, tu energía se purifica y elevas tu vibración;

Que cada vez que ríes, cantas y bailas disfrutando la vida, tu energía se purifica y elevas tu vibración;

Que cada vez que haces lo que te gusta, y ejercitas y mueves tu cuerpo, tu energía se purifica y elevas tu vibración;

Que cada vez que pides perdón, perdonas y das gracias con el corazón, tu energía se purifica y elevas tu vibración, y

Que cada vez que te respetas y te amas a ti mismo y a los demás de verdad, además de purificar tu energía y elevar tu vibración, también ayudas a nuestra hermosa tierra a vibrar en la frecuencia más alta ¡que es la del AMOR!

Por eso, ¡ya no lo aplaces más, ármate de valor, y ponte a trabajar en ti mismo! Pues el trabajo más importante de tu vida eres tú y, ¡si tú vibras alto, todos vibramos alto porque todos somos uno! Tú puedes, ¡atrévete y haz que suceda!